9 de marzo de 2015

Regreso a Arcediano

Nuevamente el tiempo es mi adversario, el camino comienza en donde termina Belisario Domínguez y comienza la barranca. Son las 16:05 horas y mi atuendo no es el del regular caminante de la barranca, es tal vez ya mi arraigada costumbre de salir preparado para la maraña del cerro: Botas, pantalón y camisa de manga larga de algodón y mi sombrero indiana. La mochila lleva cosas que probablemente no necesitaré. Una manga, mi martillo para recoger alguna muestra geológica (soy geólogo nivel infra-amateur), la guía de aves, binoculares, 3 litros de agua, cuaderno de notas, guantes, navaja y el viejo GPS.



La bajada es como siempre, es sencilla y todo mundo baja. Solo yo voy con tranquilidad cuidando las rodillas. 50 minutos me toma llegar al fondo de la barranca, pero ese no es mi destino. Quiero llegar al nuevo puente de Arcediano, ver su reconstrucción,conocer el estado de los caminos y los accesos pues tengo planes de excursión más intensivos de la zona.

Primera impresión el Rio Santiago apesta menos, un poco menos pero sigue siendo una cloaca. Segunda, el fondo de la barranca está muy solo, los corredores y caminadores habituales llegán al fondo y regresan. Camino río abajo ya son pocas las personas. Una flor de cable de acero color ocre marca el punto dónde Arcediano estuvo, paro a la orilla del puente y pienso en las veces que lo crucé y en las múltiples mercancías que cruzaron a lomo de mula y a guía de arriero provenientes de Mascuala.


Paso uno, dos vigilantes y ya adelante se ve el nuevo puente de Arcediano. Se aprecia su juventud, sus líneas son rectas y pulcras y una pareja a medio puente, únicos visitante con los que me cruzo allá abajo. Poco antes de llegar una cascada. Pudiera ser bella pero viene de Guadalajara, el olor lo delata desde decenas de metros, acercándose se ve que sería hermosa si fuera de agua limpia, probablemente eso fue hace más de 100 años. Espesas natas se forman en los remansos, provocando la pena de este caminante.



Llego al puente (20.741240° -103.294832°) y efectivamente, está nuevo como escolar los primeros días de clase, limpio y sus gruesos maderos son jóvenes. Es una tarde de viento y el puente se mueve mientras camino a su punto medio. ¡Un ave grande! y no es un zopilote viene en mi dirección y cruza el puente justo bajo mis pies, quiero identificar sus rasgos para determinar su especie, pero estoy frio en la materia, alguna aguililla. A los pies corre el Rio Santiago, no hay caso sigue sucio y por más plantas potabilizadoras y de tratamiento que se anuncien con bombo y platillo parece que seguirá así.


Al otro lado el camino a Mascuala aparece bloqueado por una cinta de plástico amarillo. Hay otro camino al oeste. Podría seguir pero el tiempo es mi enemigo y hoy solo llego aquí, sigo siendo de condición física menor, esto es parte de mi programa para tomar condición de caminante y llegar al grado (autoimpuesto) de "undaunted burro" en otras palabras: ingrato que camina con el monte con una mochila monstruosa a cuestas y parece disfrutarlo.

Vigilantes al otro lado me informan de las restricciones de paso que pienso que puedo conseguir para luego ir a Mascuala por el camino al este o por la vereda al oeste que me dicen que también sube a Mascuala. Indago sobre otros puntos como Paso de Ibarra y aunque los vigilantes no saben gran cosa a mi me dan algunas pistas para mis próximos pasos. Ya cae la tarde y es hora de regresar. Los vigilantes me dicen de otro camino diferente que sale a las vías. Más empinado pero que me lleva (20.738542° -103.291320°). Mi parte intrépida dice ¡Ea pues! vamos a probar. Efectivamente el camino es muy empinado pero auxiliado con varias escaleras de metal.

El viejo GPS será mi guía para saber como voy ascendiendo. Marca 990 msnm. Si Guadalajara está a 1520msnm ya se la que me espera. Así inicio el ingrato ascenso. No voy a humillarme públicamente diciendo las de Caín que pasé para subir, pero ya lo pueden imaginar, a fin de cuentas subí y subí, el maldito GPS acababa con mis ánimos solo había subido 90 metros, pero conforme subía el GPS me decía "En mi no debes confiar". Subí y subí y el aparatito marcaba 860msnm. Ya solo lo miraba para ver hasta dónde llegaba su descaro. Pasan 4 muchachos camino abajo -van a subir muy tarde-. El camino sube de forma muy directa y pienso que tarde o temprano tendrá que tirar al este para encontrar el otro, ya si salgo en otro punto de la ciudad no es gran calcmidad, lo que importa es subir. Clásico Luis Enrique, encuentra una piedra que le gusta y la subirá media barranca a cuestas.



Finalmente el camino se une a las vías en y lo demás es la clásica subida que todo el que ha bajado a la barranca ha sufrido y si no la imaginación que les diga que es pesada.

Querido blog: Ya escribo para mi, para no olvidarme de que estas son pequeñas victorias que se logran en el camino y que debo buscar estas victorias en mi vida cotidiana.

Querido lector: Te agradezco que me hayas acompañado hasta aquí. Mis pasos son a veces solitarios pero siempre acepto acompañantes aunque son un poco intempestivos mis planes, ya tengo plan para en 15 días.

Álbum completo de fotos

3 comentarios:

anaval dijo...

me encanto este blogg. asi puedo conocer lugares a los q no puedo tener accseso. yo no me animo a explorar sola, pero aqui es como si lo hciera. ojala pronto realices una nueva exploracion.

Anónimo dijo...

Hola, siempre es bueno leer estos relatos. Efectivamente es un poco triste que la "cascada" pudiendo ser el broche de oro para bajar hasta el puente sea un lugar al que le tomas la foto y corres. El puente bonito pero solo.

Saludos
Rno

Pavimentos Impresos dijo...

Lugar paradisiaco y de ensueño, fascinante las vistas, gracias por compartirlo.

Raul Gonzalez (Pavimentos Impresos)