29 de mayo de 2009

Casa en Garibaldi y Pedro Loza

Las ciudades en su paso por el tiempo van evolucionando y borrando su pasado, algunas más y otras menos. En Guadalajara el paso del tiempo es inevitable y sin una cultura de preservación de nuestro pasado las antiguas casas se destruyen o son demolidas dándo paso a nueos edificios con una estética más simple.

El caso es que hay algunos rincones en los que el pasado sigue latente como en esta finca ubicada en el cruce de las calles Garibaldi y Pedor Loza dónde en una esquina sobrevive alguna de las fincas más antiguas del centro. Notablemete alterada por la adptación de negocios a la calle de Pedro Loza. Sin embargo es notable el detalle constructivo en la esquina y con un poco más de atención podremos apreciar detrás de la caja de conexiones telefónicas una puerta tapiada (haz clic en la imagen para verla completa). Este tipo de puerta era frecuente en las fincas del siglo XIX y anteriores ya que era precisamente para dejar pasar el carruje tirado por caballos.


Se trata simplemente de una cicatriz de nuestro pasado pero es notable que ahi sigue en nuestro intransitable centro de la ciudad que a pesar de todo el caos vehicular y el lento avance de las obras va quedando bueno para caminarlo (solo en partes).

20 de mayo de 2009

De Tayahua a La Congoja por la Sierra Fría

Tayahua y la Congoja, dos minúsculos poblados que pocos identifican pero que me llevaron por una magnífica excursión por la Sierra Fría. Para sintonizarnos geográficamente Tayahua se encuentra cerca de la carretera Guadalajara – Zacatecas (o carretera a Saltillo) delante de Tabasco, Zac. La Congoja se encuentra ya en el lado de Aguascalientes en dirección Noroeste de su capital. La Sierra fría es aquella por lo tanto la que se ve del lado poniente por la carretera Aguascalientes - Zacatecas y por el lado oriente del tramo Jalpa – Zacatecas.


Así esta expedición contempló caminar primeramente por campos llanos zacatecanos de esos en los que no crece mucha vegetación y casi hasta te gusta llamarlo de apariencia desértica. Un reto a la navegación con mapa y brújula fue buscar en el mapa topográfico un punto para subir a la Sierra Fría que no fuese tan complicado por su pendiente. La subida no es fácil ya que en nuestro caso hubo que abrirse paso a golpe de machete hasta lograr el ascenso a los 2,600 msnm.

Una vez arriba en la Sierra Fría llegas a una tierra llena de árboles y arbustos que tiene espléndidas noches estrelladas y que me regaló la vista del aerolito más brillante que he topado. La Sierra es muy grande y hay innumerables rincones para explorar. No es extraño encontrar fauna en esta sierra y observar a algún venado cola blanca e incluso dicen que hay lobos.


Personalmente me encanta la Sierra Fría que para mí no fue tan fría como lo es por ejemplo la Sierra de Quila. Es un excelente destino para todos aquellos que viven en Aguascalientes ya que solo hay que seguir derecho de San José de García dónde está la Presa Calles. Fuera de tiempos de aguas no son abundantes los arroyos y manantiales por lo que siempre hay que manejar bien el agua en esos lugares. Las fotos son pocas pues son de tiempos antedigitales y entonces no era muy aficionado a fotografiar cosas.

La Sierra fría en Google Maps
No muy lejos de ahí: Visita a la Confluencia 22ºN 103ºW



9 de mayo de 2009

Ornitología de azotea: El mosquero cardenalito.

Retomando esta serie quiero hacer notar a este pajarito que ocasionalmente lo he estado viendo por mi casa y que es habitante frecuente de nuestros llanos y también por la Barranca de Huentitan. El mosquero cardenalito (phyrocephalus rubinus) es un pájarito de talla pequeña de entre 125 y 150 mm. El macho es especialmente el más vistoso por su traje rojo y gris. La hembra y los machos inmaduros lucen en cambio plumaje café gris en la parte superior y blanquecino de abajo con rayas angostas. Las plumas inferiores tiene un tono rosado.


Este pajarito tiene la manía de posarse en las partes altas de cualquier rama, exactamente en la punta para dominar su zona circundante. Ocasionalmente levanta el vuelo por la zona para volver a su lugar original. Esto es por que se alimenta de insectos voladores como su nombre lo dice. También ese vuelo de mariposa es parte de su cortejo.

Como habita desde Estados Unidos hasta Argentina es un ave muy común en el continente pero siempre es vistoso ver en las praderas amarillas de los tiempos de estiaje a un pequeño pajarito rojo posado en la punta de una vara. La imagen es cortesía de Pablo Lèautaud cuya galería de Flikr tiene excelente imágenes de las aves mexicanas.

5 de mayo de 2009

Ayudando al Capitán Cavernícola.

Lo mejor de salir al campo es que nada es rutinario, siempre hay algo nuevo que ocurre o ves y es mejor que verlo en Internet, revistas o en un canal del cable. Esto que te cuento ocurrió una tarde en el Cerro San Esteban que se encuentra cerca de Guadalajara y es más famoso por El Diente, célebre roca de la cual hablaré posteriormente. Había ido al cerro San Esteban a conocer la parte noroeste con cuatro objetivos: Uno ver unas formaciones de basalto, Conocer esa parte del cerro y subir lo más que pudiera, estrenar mi red de lepidópteros y plantar un geocache que por adelantado había bautizado como “Capitán Cavernícola”

Todo se desarrollo bien, solo cancelé el asunto del basalto por que me saldría mucho de una ruta que había trazado. Ese lado del cerro resultó muy interesante e incluso me aventuré un poco al otro lado dónde ya se veía la depresión de la Barranca. Entonces una roca llamó mi atención y fui hacia allá. Al llegar no fue gran cosa la roca pero bajo la piedra dónde estaba parado hubo un movimiento inesperado. Un pequeño becerro estaba echado y nos sacamos buen susto ambos.

Rápido simpaticé con el becerro y lo encontré muy deshidratado y débil. Debió de haberse apartado de la manada y perdido ya hace unos días. El pobre estaba débil y acabó rápido con toda el agua que llevaba para mí. Evaluando la situación vi que no era conveniente dejarlo ahí pues en este cerro a pesar de la cercanía con Guadalajara hay coyotes y si lo descubrían no dudarían de hacerlo su presa.


El nombre del geocache pasó al pequeño animal y así emprendí cuesta arriba el camino de regreso con el Capitán Cavernícola en brazos. Cosa que no fue nada fácil. La pendiente era pronunciada, con pequeñas rocas que te pueden hacer caer fácilmente. Un pesadito becerro a cuestas y ya sin provisión de agua. Así pues después de un penoso ascenso llegué a un punto que podía ser localizado fácilmente y coloqué una bolsa de plástico a manera de bandera. Más ligero emprendí camino a dónde sabía que habría algunos rancheros que con las indicaciones pertinentes fueron por el becerrito ya con caballos.

Solo le tomé una foto rápida al pequeño Capitán Cavernícola que aquí te muestro. Al final la excursión no cumplió con sus objetivos pero me fui contento de haber podido ayudar al animalito. Cosa que espero que te motive a buscar vivencias más allá de la ciudad pues en el campo no hay influenza jeje. Hasta la próxima.