El viaje por aventón seguramente desencadenará una serie de anécdotas como “primero nos dio ride un BMW y luego un camión de basura”, “nos metimos cinco a la cabina de una estaquita”, “nos salimos de la carretera ahí por Ayutla”. “Viajámos de Guadalajara a Taxco en un solo día”, “un elefante se columpiaba… (unas horas después) …doscientos setenta y cinco elefantes se columpiaban…”, etc. Por cierto todas esos comentarios son verídicos.

Si bien tiene muchos riesgos el viajar en aventón confieso que en varios miles de kilómetros no sufrí un solo asalto pero si tomé una camioneta que se salió de la carretera conmigo y mi compañero en la caja. Afortunadamente no nos pasó nada y salimos solo levemente golpeados por la llanta de refacción y mejor librados que los de la cabina.
Viajar de aventón tiene su chiste, hay lugares dónde nadie se para y en ocasiones no te toma mucho tiempo tomar uno. Hay que seleccionar un buen lugar en la carretera dónde te vean de lejos y con espacio para que el anfitrión se detenga. Camionetas es vehículo más frecuente pero llegué a viajar en trailers, tractores, vehículos de lujo, incluso en un jeep remolado por una camioneta.

Me quedan muchas imágenes de los aventones como viajar en una carretera solitaria con el sol poniéndose en el desierto en una camioneta destartalada conducida por un güero alto con facha de australiano. Sin duda que es un método de pocos pesos con riesgos implícitos pero siempre un viaje diferente.