Toluquilla
La salida se marcó a las 7:30. Varios Scouts le pedimos permiso al Jefe para adelantarnos al Grupo, y habiéndolo obtenido salimos antes de la hora indicada.
Como a las 7:45 iba yo camino al Cerrro del Cuatro. Sumido en una honda meditación cuando percibí los gritos de ¡Parchado! ¡Parchada! Y volví la cabeza a tiempo que una troca con unos Scouts se acercaba a mi. Me hicieron una seña de que subiera y o me hice repetir. Pregunté por los demás pues solo iban en ella cinco muchachos y supe que se habían quedado atrás, pues ellos habían subido a la troca porque les ofreció llevarlos gratis.
Como veinte minutos caminamos en ella y mientras corríamos resolvimos adelantarnos hasta la punta del Cerro y allí esperar al Grupo. Como tres cuartos de hora nos llevó la ascensión del cerro y mientras llegaban nuestros compañeros no hubo más que hacer sino contemplar el paisaje que se extendía allá abajo: el campo de aviación, la vía del ferrocarril, la carretera a Chapala, y a lo lejos todavía dormida la ciudad de Guadalajara. Esperamos ahí hasta que los gritos de los chicos nos anunciaban que el Grupop estaba ya cerca. Antes de que llegaran a la cruz del Cerro nos pusimos nuevamente en camino hacia Toluquilla dejándoles una carta a diez pasos de la Cruz. Como a los tres cuartos de hora ya no vimos a nuestros compañeros pues nos fuimos muy a la derecha siguiendo una pista y entonces nos dirigimos derecho a lo que creíamos era Toluquilla. A un chetán que en camino encontramos le preguntamos por el ojo de agua y él abriéndo tamaños ojotes nos dijo “Por aquí que yo sepa no se jaya ningun ojo de agua”. ¿Qué aquí no es Toluquilla? Le dijimos. A lo que nos respondió: “Ujule, andan rete errados pos Toluquilla está donde se devisan aquellas torres”. Nos despedimos y nos pusimos rumbo a Toluquilla celebrando el chasco que nos habíamos llevado.
Después de un trayecto regular llegamos al ojo de agua verdadero. Pero más que ojo de agua es un tanque de regulares proporciones. Ya se estaban bañando casi todos; y nosotros que pensábamos llegar de los primeros. Pero en fín lo hecho, hecho está y ahora a bañarnos.
Varios presentaron la especialidad de natación. Dicha prueba consistió en nadar 100 metros boca abajo, 50 arriba, 50 metros vestidos y luego quitarse la ropa en el agua sin tocar fondo. Los que presentaron esas pruebas satisfactoriamente son los siguientes:
Jesús Gutiérrez, Miguel Rivera, Jesús Rivera, Carlos Santoscoy, Humberto Camarena, Homero González, Veranado Estavillo, Mario Peña, Edmundo Zaragoza, Alejandro Zhon*, Daniel Kuntz, Jorge Pérez Gil, Rubén González y el lobato Vicente Pardo. Como a las 12:30 terminó el baño y nos preparamos para comer, pues el hambre nos aguijoneaba que era un gusto.
Después unos optaban por dormir la siesta otros nos pusimos a jugar guerras con tantos brios que hasta heridos hubo. A las tres de la tarde emprendimos la retirada, regresándo por el mismo camino, es decir atravesando el cerro por ser este el camino más corto. Como el calor era mucho la caminata fue lenta y ya poco tarde llegamos a la Cruz del Cerro. Allí se tomó lista de asistencia y luego Don Poncho nos repartió unos dulces emprendiendo nuevamente la marcha. La bajada hasta un árbol que se nos indicó fue rápida; allí nos detuvimos para rezar el Rosario y cada quién se retiró luego a su casa.
“Siempre Listos”
Miguel Rivera R.
Bagheera Astuta
“Cóndores”
Guadalajara, Jal.
6 de febrero 1946
4 comentarios:
hola soy jaime sandoval, me interesó este articulo, en breve voy a hacer un libro de la región de Toluquilla, me gustaría incluir tu tema dándote credito,saludos y espero tu apoyo.
saludos Jaime.
Este más que de mi autoría como meciono en la entrada correspode al anuario de los Scouts del Cervantes de 1946, del cual tengo un ejemplar que con gusto te puedo proporcionar un scaneo del mismo. Incluso voy a revisar si en el anuario de 1947 incluye algo similar. Para contacto usa mi dirección gcanicularis del correo de google. Saludos
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